Alcalá de Henares y Azul
Dos ciudades conectadas por Cervantes, la literatura y una pizca de locura.
Íbamos agarrados de la mano para no perdernos. El Mercado Cervantino1 en Alcalá de Henares desbordaba de gente y no teníamos más opción que dejarnos llevar por la marea, aunque no sabíamos bien a dónde íbamos. Era el último día de la Semana Cervantina, que conmemora el bautismo de Miguel de Cervantes (1547-1616), el autor del Quijote. Me habían dicho que era el mercado más grande de España, con cientos de puestos de artesanías, comidas y bebidas. Pero era tanto el gentío, que detenerse a comprar algo era casi imposible, porque detener la marcha implicaba ir a contramano del mar de personas que dictaba el paso.
Como casi no podía ver a los lados, me dediqué a mirar los carteles y las guirnaldas decorativas en los balcones, hasta que la música de una gaita me hizo bajar la vista y presenciar un milagro. La melodía parecía tener el poder del Profeta Moisés y abrió la marea de gente en dos para dar paso a los músicos que encabezaban la caravana del Quijote de la Mancha y Sancho Panza.



Alcalá de Henares está a 45 minutos de Madrid y fue declarada Patrimonio de la Humanidad por UNESCO en 1998. ¿Las razones de semejante honor?
Alcalá de Henares es considerada la primera ciudad universitaria planificada en la Edad Moderna.
La Universidad de Alcalá ha sido y es una universidad difusora del conocimiento y de la lengua.
Es la ciudad donde nació Miguel de Cervantes Saavedra, autor de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha2. La casa donde nació es un museo, que no pude visitar ese domingo porque la fila de gente esperando su turno era de varias cuadras, pero es una buena excusa para volver a Alcalá. ¿Sabías que el Quijote es uno de los libros más traducidos en el mundo?




Hace unos años viajé a Azul en la provincia de Buenos Aires, una ciudad a 300 km de la capital, y a más de 10 mil km de Alcalá de Henares. Mi abuelo nació, creció, y trabajó en Azul hasta que la compañía de teléfonos nacional, Entel, lo trasladó a la ciudad de Junín. Ahí conoció a mi abuela y se quedó a vivir. La historia de nuestra familia no volvió a tener conexión con Azul hasta que en el verano del 2015 fui a visitar a una amiga de esa ciudad, y aproveché para ver la casa donde había vivido mi abuelo y el club donde todas las tardes iba a jugar a las cartas.
¿Pero qué tiene que ver Azul con la publicación de hoy?
En ese viaje, mi amiga me contó que el centro UNESCO Castilla-La Mancha reconoció a Azul como la Ciudad Cervantina de la Argentina en 2007 porque tiene la mayor colección de ediciones del Quijote, alrededor de 500 ejemplares. La colección la empezó un abogado de apellido Ronco, un loco por El Quijote, y hoy es una de las bibliotecas cervantinas más importantes de América.

Alcalá y Azul están separadas por el océano atlántico, pero comparten la primera letra de su nombre y la celebración de la vida y obra de Cervantes. En el aniversario de su muerte, el 23 de abril, se festeja el Día Internacional del Libro y del Dia del Idioma Español en Naciones Unidas. Todos los años recuerdo la fecha porque los libros, el idioma español, y (un poco de) la locura del Quijote son parte de mi esencia, de mi identidad.
No soy la única.
Creo que muchos de nosotros tenemos algo del Quijote de la Mancha, un hombre común que de tanto leer libros de caballería se creyó caballero, y un día decidió salir a vivir sus aventuras, sordo a las palabras de los que le decían que estaba loco.
Estoy convencida de que necesitamos una pizca de locura para dar ciertos saltos y tomar ciertas decisiones en la vida: estudiar determinada carrera universitaria, mudarse de ciudad o de país, emprender un negocio que tu entorno condena al fracaso antes de que lo intentes, o compartir historias y pensamientos en un rincón del internet llamado Substack.
Esta semana, te propongo reflexionar sobre esos momentos en los que, como el Quijote, la locura te hizo pensar que tal vez podías llevar adelante una hazaña heroica y, contra todo pronóstico, te salió bien.
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¡Hasta la próxima!
María Pía
Si tenés planes de ir a España en octubre, te recomiendo seguir la página del ayuntamiento de Alcalá de Henares y ver las propuestas para la Semana Cervantina.
Holaaa! Casualidades? Hace 50 años que empezaba a leer el Quijote, y no lo podía continuar. La semana pasada lo termine. Además soy de Olavarría (a 50 km. de Azul). Saludos y gracias por tu crónica.